Estofado de conejo con zanahorias y habas

Esta receta queda extraordinaria! Lleva también tomate, zanahorias, ajos, ciruelas pasas y vino tinto

Receta

Esta receta de estofado de conejo con zanahorias y habas es muy sencilla y prepararla no os dará ningún trabajo. Además, la carne de conejo es blanca y magra, sin apenas grasa. Por si acaso no os gusta la carne de conejo, podéis hacer este mismo plato sustituyendo su delicada carne blanca por pollo, pero si queréis hacerme caso, probadlo tal cual os lo cuento y veréis qué fiesta tenéis en la mesa.

La carne de conejo es una opción muy sana, muy barata y muy recomendable, ya que tiene un sabor delicioso, mucho más intenso que el pollo. Además en este guiso que vamos a preparar, la mezcla de ingredientes le otorga un resultado bárbaro.

 

 

Ingredientes

 

Para 4 personas
1 Conejo troceado
300 g Habas frescas o cocidas en conserva
Harina de trigo 2 cucharadas
1 Diente de ajo
1 Cebolla
2 Zanahoria
200 ml Caldo de carne
Tomate frito casero 2 cucharadas soperas
050 ml Nata líquida para cocinar

 

Cómo hacer receta de estofado de conejo con zanahorias y habas
Dificultad: Fácil
Tiempo total 45 m
Cocción 45 m

 

Comenzamos cocinando el conejo, para lo cual, freímos un ajito laminado en aceite y en cuanto se dora lo retiramos. En ese aceite aromatizado, doramos las presas de conejo pasadas por harina, o las de pollo si es vuestra elección, y las vamos reservando según estén en su punto. El hígado lo reservamos aparte una vez bien frito.

 

En una cazuela baja, ponemos a pochar una cebolla cortada en juliana fina y las zanahorias en rodajas. Una vez la cebolla esté transparente, añadimos las habitas y las tajadas de conejo, incorporando también el vino, al que dejaremos dar un hervor para que se evapore el alcohol.

 

Entonces añadimos el caldo de carne y dejamos que cueza primero a fuego vivo y tras unos minutos a fuego lento durante 20 minutos para que la carne quede bien tierna. En ese tiempo, la salsa irá espesando un poco y tomando los diferentes sabores.

 

En el vaso de la batidora, ponemos el hígado del conejo bien dorado y la nata líquida y lo trituramos. Si es necesario añadimos un cucharón de la salsa de nuestro guiso. Una vez triturado, incorporamos esa papilla a la cazuela, que ganará en textura y en sabor, y dejamos otros cinco minutos con el fuego al mínimo para llevar seguidamente a la mesa.